miércoles, 20 de enero de 2010

Romance...






I

Nada es serio, cuando se tienen quince años.
- Una hermosa tarde harto de limonada,
de cafés bulliciosos de brillos deslumbrantes
- Vas bajo los tilos verdes del paseo.

¡Los tilos huelen bien en las buenas tardes de julio!
A veces el aire tan dulce, que te cierra los parpados;
el viento cargado de ruidos - la ciudad no está lejos -
tiene perfume de viña y perfumes de cerveza....


II

- He aquí que se descubre una pequeña bicoca*
del azul sombrío, encuadernado por una pequeña rama,
picada por una malvada estrella, que se funde
con suaves estremecimientos, pequeña y completamente
blanca....

¡Noche de julio! ¡Quince años! -Te dejas enloquecer.
La savia es champaña y te sube a la cabeza...
Divagas, se siente en los labios un beso que palpita ahí,
como un pequeño animal...

III


El corazón loco Robinson a través de los romances,
- cuando, en la claridad de un pálido reverbero,
pasa una señorita de airecitos encantadores,
bajo la sombra del cuello postizo espantoso de su padre...

Y, como ella te encuentra inmensamente cándido,
haciendo trotar sus pequeñas botinas,
se vuelve, alerta y en un movimiento vivo...
- Sobre tus labios se mueren entonces las cavatinas...

IV

Te has enamorado. Alquilado hasta el mes de septiembre.
Te has enamorado. Tus sonetos la hacen reír.
Todos tus amigos te dejan, tienes mal gusto.
- Después la adorada, una noche, ¡se ha dignado a escribirte!...

- Esa tarde... - regresas a los cafés deslumbrantes,
pides una jarra de agua o limonada....
- Nadie es serio, cuando se tienen quince años
y hay tilos verdes en el paseo....

... ^^




Mi mundo carece de sentido.

Vivir carece de sentido.

Desde mi existencia carente
de sentido, pienso en el mundo.

El hecho de saber que nada tiene sentido
carece de sentido en sí mismo.

martes, 19 de enero de 2010

El Camino A Elegir...

-¿Qué camino eligiras.... el camino de la luz o el camino hacia la oscuridad?

- Ninguno, elijo el camino de en medio.

-¿El camino que lleva a al anochecer?

- El camino que lleva al amanecer.


domingo, 17 de enero de 2010

Una vez más...




Una vez más vuelvo a estar en este mundo.

Una vez más, la sombra se acerca.

<< Hola de nuevo >>
La voz de la sombra llega directamente a mi cabeza.

No le contesto, estoy demasiado cansado.

<< Te acompañaré>>

Vamos caminando por la playa de arena blanca y mar negro.

Una figura empieza a acercarse a lo lejos, caminando sobre el mar.

<< Es la representación de tus miedos y dudas, debes acabar con ella antes que de que te consuma>>

Esta lo suficientemente cerca como para reconocer a la figura, soy yo mismo.

<< Ahora dime, ¿qué arma empuñaras? >>

- Creo que ya sé cual utilizaré.

La sombra adopta su verdadera forma, la de una espada.

Una vez más empuño la espada.

Titubeo.
<> Una voz desde mi pasado me susurra.

Aprieto con fuerza la empuñadura.

Corro en pos de mis miedos.

Un espejo flota sobre las aguas, mi reflejo flota sobre las aguas.
Está claro.


Ensarto el cuerpo de mis temores y dudas.
Agarrando con fuerza la empuñadura, sumerjo el filo de la espada en mi cuerpo,

Esa espada cuya empuñadura es el sufrimiento y filo el valor.

jueves, 14 de enero de 2010

Los Ultimos Momentos De Siete ....


Mis hermanos se han ido y esta será mi tumba.
Lo comprendo, la misión es lo primero.
No les guardo rencor, es más, me alegro que hayan sido capaces de salir de aquí con vida.
Es curioso a pesar de que se me inculco el deber de albergar ningún sentimiento no puedo evitar pensar que les echare en falta.

Pero no es momento de entristecerse, se acercan.

Una sonrisa cruza mi rostro mientras recojo mi arma.
Recuerdos del pasado.
Nuestros días como reclutas, nuestros días en los campos de batalla luchando por aquello que se nos creo, los piques de quien había abatido a más enemigos… la ilusión de volver a vernos, seguros, después de una misión.

Todo eso se acabo, ha llegado la hora de rendir cuentas.

Puede que nunca se me recuerde entre los míos, pero mis enemigos me recordaran con terror.

Cargo mi arma.

Las compuestas se abren y aparece los trandoshanos.

Estúpidas criaturas, no saben reconocer el peligro.

Sus gritos de guerra llegan a mis oídos y hacen hervir mi sangre.
El deseo de luchar se hace más grande.
Para esto fui creado, para luchar, y moriré luchando.

Ráfagas de disparos inundan la sala.

Sangre, entrañas y miembros cubren el suelo.

He acabado con muchos pero me he quedado sin munición…

Otra horda más parece.

Salto sobre mis enemigos. No soy capaz de contar todas las balas que han atravesado mi armadura...

Un último vistazo al cielo por el ventanal en un lateral de la sala me hace ver que la nave donde estaban mis hermanos ya ha salido de la órbita del planeta.

Gritan de euforia al pensar que han acabado conmigo. Ilusos.

Activo la vibro-cuchilla y la granada de emergencia.

3.

Rajo un cuello y su sangre verde baña mi armadura.
Es curioso el sonido que hace la carne al ser seccionada, lo echaré de menos.

2.

Un disparo. Arranco los brazos del culpable.
Otro grupo de trandoshanos entra en la sala:
Cuantos más mejor.

1.

Una espada de trandoshano me divide en dos el casco quitándomelo, dejando que pueda ver con mis propios ojos el horror de los trandoshanos cuando descubre mi trampa, tarde.

Adiós, he muerto haciendo aquello por lo que fui creado y no seré recordado….

0.

Recuerdos...



Me encuentro allí tirado, sobre la tierra mojada imaginando que es uno de los prados de mi tierra, con su verde embriagador.

Acaricio la tierra pero para mi mano es como volver a acariciar la alta y fina hierba de los campos.

En mi boca seca aún puedo saborear el dulce sabor de las almendras que recogía desde hace años.

Oh sí, que recuerdos…

El aire entra pesado y trae olor a tierra mojada pero no puede impedir que aún recuerde el dulce olor de la primavera repleta de hermosos colores.

El cielo se cierne oscuro sobre mis ojos y, una vez más, descarga sus lágrimas.
¿Qué ha sido de ese cielo que una vez vi? Ese cielo que vi una hermosa tarde de verano, profundo y azul hasta lo más alto.
Así debería ser el cielo.

Y así me quedaría, mirando el cielo, con estos pensamientos, la mano izquierda en el pecho y a su lado un agujero carmesí.